Terminaba nuestra aventura, última tarde noche en Eslovenia dedicada a conocer más profundamente Ljubljana, la capital. Acompañados de nuestra guía visitamos a pie los puntos más emblemáticos de la ciudad y el Castillo desde donde se divisa una fantástica vista. Después de cenar, fiesta de despedida en el hotel y a dormir pronto que nos esperaba un buen madrugón para llegar al aeropuerto Marco Polo de Venecia.
Un viaje inolvidable que se caracterizó por los contrastes: Del bullicio de Italia a la paz de Eslovenia, de la alegría incontenible a la melancolía, de la tranquilidad de un paseo por un lago a una feroz guerra de bolas de nieve...
Un viaje diferente a otros muchos y es precisamente eso lo que lo ha hecho tan especial y emocionante. Un cúmulo de momentos donde cada uno ofreció lo mejor de si mismo y el grupo vibró al unísono. Los que hemos podido compartirlo nos llevamos un recuerdo imborrable de unos días y de unas personas que forman parte ya de nuestra historia vivida.
¡¡¡Gracias a todos por estos momentos únicos!!!
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